Cualquier Medusa atormentada puede ser acompañada y comprendida en los peores momentos, resurgiendo después de las cenizas de su transformación como el ave Fénix.
Todos somos en algunos momentos como Medusa (venga serpientes en la cabeza...). Y de la misma manera que Perseo acabó con ella y de ella surgió Pegaso el caballo alado, nosotros podemos resurgir igual. Lo mismo pasa con el ave Fénix,que una vez a visto su final, se destruye a si mismo para resurgir de sus cenizas con todo su esplendor.
Cualquier Medusa atormentada puede ser acompañada y comprendida en los peores momentos, resurgiendo después de las cenizas de su transformación como el ave Fénix.
ResponderEliminarTodos somos en algunos momentos como Medusa (venga serpientes en la cabeza...). Y de la misma manera que Perseo acabó con ella y de ella surgió Pegaso el caballo alado, nosotros podemos resurgir igual.
Lo mismo pasa con el ave Fénix,que una vez a visto su final, se destruye a si mismo para resurgir de sus cenizas con todo su esplendor.